martes, 19 de julio de 2011

Desigualdad de Ingresos

La desigualdad en los ingresos es uno de los problemas graves que enfrenta una sociedad y un gobierno. En realidad, no hay sociedad alguna que tenga una distribución igualitaria de ingresos. Lo que se ha tratado de hacer  es que la desigualdad no sea grande y disminuya a lo largo del tiempo.
Aquí en el Perú, el gobierno  del Dr. Alan García presentó  resultados mostrando  que la desigualdad de ingresos en el país había disminuido. En efecto, según estimados de CEPLAN  el coeficiente GINI bajó de 0.454 a 0.420 en el ámbito rural y de 0.411 a 0.409 en el  ámbito urbano entre 2006 y 2010.  A nivel global dicho coeficiente bajó de 0.52 a 0.46 entre 2001 y 2010.
En el mundo la desigualdad de ingresos aumentó en los últimos veinticinco años. Según un último estudio de la OECD, para los  países conformantes de esa agrupación sólo en cinco países disminuyó el coeficiente GINI mientras que en  el resto  aumentó. Esto nos dice claramente que en los países ricos practicantes de una economía de mercado la tendencia es a que se incremente la desigualdad y no al revés.
 ¿Qué es lo que explicaría esa tendencia? Hay  una   cantidad de hipótesis al respecto pero deseo enfatizar una en particular que considero tendrá cada vez más relevancia para nosotros.
Esta  tiene que ver con la formación de capital humano y su retribución. El mayor y diversificado  crecimiento económico de los países, el impresionante desarrollo tecnológico  y sobre todo el proceso de globalización en que estamos inmersos han provocado que la retribución a la mano de obra altamente capacitada sea grande y creciente en el tiempo. En tanto que la retribución a la mano de obra con baja o nula capacitación sea estable o declinante  en el tiempo. Esto contribuye a ampliar la brecha entre los  ricos y los  pobres. Un último estudio realizado en EE.UU. por The Hamilton Project encontró que el pago por matrícula  en universidades norteamericanas mostró una rentabilidad real de más del 15%  en tanto que la rentabilidad de invertir en acciones fue de 7% y en edificaciones menos de 1%. Hoy se reconoce  que la riqueza se produce más  por el desarrollo de capital humano que por otro tipo de stocks como lo era  en antaño. El caso de Bill Gates es un buen ejemplo.
El Perú es todavía una economía con relativo escaso nivel de desarrollo. Si  por ejemplo, deseamos exportar  productos con mayor valor agregado, esto exigirá el uso de mano de obra cada vez más calificada dado que dichos bienes tendrán que ser intensivos en tecnología. De no darse esa formación exigida de capital humano, estaremos condenados a exportar materias primas y así en otros ámbitos de la producción. Pero ello,  acrecentará la desigualdad de ingresos por un tiempo considerable. Entonces, ¿qué hacer? Es cierto que será de utilidad utilizar  sistemas impositivos verdaderamente progresivos; gasto social redistributivo  de  calidad;  respeto a los derechos fundamentales  de los trabajadores,  como política de gobierno pero esto no debe constituir el meollo del tratamiento. Si queremos reducir la desigualdad de ingresos  en forma permanente debemos hacer dos cosas en lo fundamental: a) promover la inversión en capital humano y su universalización; y b) dejar que el  mercado haga sentir sus efectos promoviendo la aparición  de tecnologías que ahorren el uso de la  mano de obra más cara. Tomará tiempo en conseguir resultados pero estos serán permanentes. De otra forma se caería en populismo barato.

miércoles, 6 de julio de 2011

¿Cómo el mercado determina las tasas de interés?

He venido sosteniendo en los últimos tiempos  que la ciencia económica se encuentra en uno de sus mejores momentos dado que la vida real servirá como un laboratorio para probar enfoques encontrados que existen a nivel teórico. Uno de esos temas lo constituye la tasa de interés.
Desde fines del año pasado el banco central de EE.UU     estuvo implementando el llamado QE2, que en esencia fue la compra de papeles de largo plazo del Tesoro norteamericano, como una forma de usar  política monetaria no convencional para estimular la alicaída economía de EE.UU. El programa contemplaba realizar dichas compras mensuales hasta el mes de Junio de este año, lo  que se acaba de cumplir. Desde comienzos de este año se desató una polémica sobre qué pasaría a las tasas de interés de largo plazo una vez que el programa de compras finalizara. Se presentaron dos posiciones. Una primera, que sostenía que las tasas de interés se dispararían hacia arriba una vez concluidas las compras ya que justamente lo que las mantenía bajas eran tales compras. Una segunda, que sostenía que no iba a pasar mayormente nada una vez terminada las compras. A nivel teórico la primera posición es la de los flujos, es decir, que son los flujos de compras los que determinan las tasas de interés. La segunda, estima que son los stocks de activos financieros los que fijan las tasas de interés. Desde este punto de vista sería irrelevante que se terminen las compras ya que el stock de bonos del Tesoro (oferta)  estaría dado en ese momento y, dada una demanda por ellos, se determinaría su precio de equilibrio y con ello, la tasa de interés de equilibrio. Pero ¿ qué pasó en la vida real?. Veamos. Según las últimas cifras oficiales sobre los rendimientos de un bono a diez años del Tesoro, la tasa de interés subió de 2.9% a fines de Junio a 3.2% al 2 de Julio. Es decir no se dio el sustancial incremento esperado por algunos  más aún cuando en los meses de Febrero-Abril de este año dichas tasas registraban valores entre  3.7% y 3.5%. Esto parecería respaldar la posición teórica de que son los  stocks de activos financieros  los que determinan las tasas de interés del mercado  y no los flujos de adquisiciones.
Para ser justos con el razonamiento, debo decir  que el flujo de compras de activos  juega un rol importante y este radica en el hecho de que disminuye el stock de tales activos y con ello hace subir su precio de mercado y bajar su rendimiento (tasa de interés). El flujo de compras  importa solo en la medida que afecta las expectativas de retorno de tales activos.
 Esto es algo que deben tomar en cuenta los hacedores de política  económica en nuestro país  y también de paso, los profesores de finanzas tanto a nivel de pregrado como de posgrado.

lunes, 4 de julio de 2011

Lecciones por aprender

L o que está sucediendo en la actualidad en la economía norteamericana es algo que aquí en el Perú debemos tomar nota. Todo parece apuntar que la economía de ese país está comenzando a desacelerar su ya exiguo crecimiento que venía registrando. En efecto,  el crecimiento del primer trimestre fue de 1.8% anualizado, muy por debajo de lo esperado por el mercado y de lo registrado con anterioridad. La tasa de desempleo sigue por encima de 9%.El precio de las casas siguen cayendo  y el bienestar del ciudadano no mejora. No obstante los sucesivos y gigantescos  programas de estímulo fiscal y monetario. ¿ Qué está pasando?. Hoy es cada vez mayor el número de destacados economistas que consideran que la actual  situación económica  se puede tipificar como una  “ a balance sheet  recession”, es decir, que el  obstáculo  fundamental para mejorar la situación lo constituye los niveles altos de endeudamiento de las personas, que al enfrentar una difícil situación económica tomaron la decisión de no seguir endeudándose, con la colaboración de la banca que obró en el sentido de no seguir prestando. Por consiguiente, iniciaron un proceso de pago de sus deudas con la consecuencia de contraer   su gasto en bienes y servicios  en el corto plazo, provocando presiones contractivas sobre la producción y el empleo. Ultimos reportes estiman que para el ciudadano promedio, la relación deuda/ingreso todavía supera el cien por ciento. Si esto es así, ¿qué puede hacerse para aliviar la restricción presupuestaria que aqueja a la gente?. Ya que con ello se reactivaría el gasto privado y se iniciaría un proceso de solución a la difícil situación económica actual. Algunos sostienen que el gobierno debe anunciar un proceso de reducción del déficit fiscal, reduciendo gasto y subiendo impuestos,  acompañado con el inicio de una política monetaria restrictiva aún cuando se esté inmerso en un profundo desempleo. Esta propuesta no le gusta a los keynesianos. La teoría económica detrás de la propuesta es que se cambiaría las expectativas de los agentes económicos, especialmente inversionistas, tornándolas positivas respecto al futuro de la economía echando  a andar la maquinaria, además de aumentar los fondos prestables para el sector privado reduciendo el “crowding out, y reanudando el crecimiento de la economía lo que facilitaría a las personas servir su deuda. Para otros, lo que debe hacerse es un tercer programa de estímulo fiscal y monetario (Q3). Con ello se busca crear expectativas de una inflación mayor, que torne negativa la tasa de interés real ,dado que estamos en una “trampa por la liquidez”, impulsando el gasto privado y reduciendo el tamaño de la deuda de las personas, lo que les facilitaría su pago.. Por otro lado, el mayor gasto fiscal no provocaría “crowding out” alguno ya que no haría subir las tasas de interés dado que se está en una situación de exceso de fondos prestables. Y si provocaría ganancias sociales dado que se  estaría usando recursos con costos marginales bajos ya   que en manos privadas están ociosos;  y además  haría  con ello más fácil pagar sus deudas a las personas.
Las autoridades económicas norteamericanas están en un verdadero dilema. La teoría económica en un bonito momento ya que le permitirá testear dos posiciones encontradas. En el Perú cuidar de no caer en una situación de sobreendeudamiento personal, empresarial o de gobierno porque nos podría llevar a la encrucijada en la que está EE.UU.

miércoles, 11 de mayo de 2011

¿Es posible una inflación por causas no monetarias?

Hace unos veinticinco o treinta  años la respuesta hubiera sido un “no” rotundo. Pero hoy  se acepta que la inflación puede  tener causas reales, más allá de las monetarias, cuando se vive en un contexto de baja inflación (un dígito), como sucede en la mayoría de los países.  La famosa frase de Milton Friedman: “la inflación es un fenómeno monetario siempre y en todas partes” hay que calificarla; lo es,  pero sólo en largo plazo. Para periodos más cortos de tiempo pueden existir otros factores que la explican y no me estoy refiriendo sólo a situaciones como la peruana en la que estamos experimentando, en lo básico,  un impacto inflacionario como resultado del aumento internacional del precio de los commodities relevantes para nosotros (choques de oferta); impactos que podrían convertirse en  inflación generalizada si afectan adversamente las expectativas de los agentes económicos. Sino también a casos como el de China donde la inflación creciente que están experimentando tiene una explicación, en lo fundamental,  diferente a la monetaria. Una causa real. ¿Cómo puede suceder eso? Veamos.
Estados Unidos como consecuencia de la gran crisis que lo afectó viene experimentando una situación de aumento en la oferta de fondos prestables junto con una disminución en la demanda por dichos fondos, todo ello enmarcado por una situación de déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. China, en cambio, está experimentando un aumento en la demanda  por fondos prestables a la par que una disminución en la oferta de dichos fondos, dentro de un contexto de superávit en la cuenta corriente. La economía nos dice que cuando un país tiene déficit en cuenta corriente está gastando más de lo produce y  a la inversa, cuando tiene superávit. Entonces, los movimientos que se están dando en USA y en China están en la dirección correcta para conseguir el equilibrio global. El primero estaría disminuyendo su exceso de gasto. El segundo, disminuyendo su déficit de gasto. Pero esto deja un asunto sin contestar: ¿qué rol tiene el tipo de cambio real? ¿Ninguno? No, tiene que moverse para complementar el ajuste agregado. ¿Por qué? Por la existencia de bienes y servicios no transables. Parte de la reducción en el gasto de USA recaerá sobre bienes chinos  pero también sobre bienes americanos y parte del incremento en el gasto de China recaerá sobre bienes americanos pero también sobre bienes chinos; con lo que a nivel agregado, en USA se experimentaría una caída  neta en la demanda por bienes americanos y en China, un aumento neto en la demanda por bienes chinos. Esto provocará, tarde o temprano, presiones inflacionarias en China y presiones recesivas  en USA.  ¿Y cómo se arreglaría esta situación? Si China permitiera una revaluación de su tipo de cambio (cambio en precios relativos, efecto sustitución), se produciría un aumento en la demanda neta por bienes americanos y, al mismo tiempo, una caída en la demanda neta por bienes chinos, que es el movimiento que se necesitaría en este caso para traer el equilibrio global pero hasta el momento China es reacia a permitir dicha apreciación por lo que el ajuste se tendrá que dar vía inflación en China y/o deflación en USA para conseguir el ajuste deseado en precios relativos. La inflación en China, tendría entonces, en lo básico, razones no monetarias.

viernes, 15 de abril de 2011

Comentario sobre los resultados de la primera vuelta electoral

El pueblo ya dio su veredicto. A la segunda vuelta electoral  pasan el señor Ollanta Humala y la señora Keiko  Sofia Fujimori. Uno de ellos será el próximo gobernante del país.
Si sumamos los votos válidos conseguidos por los dos,  sobrepasan el 50% de la votación total. Y si hacemos el supuesto, razonable, de que la votación representa el sentir de la población, entonces tenemos que llegar a la conclusión de que en ese 50% existe un mensaje a considerar. Más de la mitad de los peruanos está queriendo decir algo.
Toda sociedad, en lo fundamental, enfrenta dos problemas a  resolver. Primero, qué debe hacer  para obtener un crecimiento económico alto y sostenido que permita generar el ingreso (riqueza) necesario para elevar al máximo el bienestar de una sociedad en su conjunto. Segundo, qué debe hacer  para que ese ingreso (riqueza) generado se distribuya entre todos los integrantes de la sociedad de acuerdo a sus reales productividades.
En el Perú,  en los últimos veinte años se ha dado una respuesta  adecuada a la primera interrogante. Desde 1992 se iniciaron las reformas estructurales que han permitido conseguir un crecimiento económico alto, sostenido y sano (sin inflación). Hoy el crecimiento potencial de la economía  se acerca al 6% anual. En este sentido el esquema económico seguido  , en lo fundamental, debe continuar. Una economía de mercado, abierta al mundo, basada en la iniciativa privada donde el estado se dedique, en lo principal, a promover la justicia social y a regular los mercados que no funcionen bien.
Sin embargo, respecto al segundo aspecto del problema, creo que el esquema económico deja  que desear de acuerdo a los resultados obtenidos hasta el presente. La distribución del ingreso y riqueza generada no ha mejorado en forma sustancial en el país. Si bien ha habido reducciones en pobreza y extrema pobreza, parece ser que en algún porcentaje no son reducciones permanentes. Un reciente informe del Banco Mundial  indica claramente que la desigualdad entre las zonas urbanas  y rurales ha aumentado. Al igual que entre los segmentos más ricos y más pobres del país. Esto tiene que ver directamente con  el grado de insatisfacción mostrado por la población en esta última elección. El énfasis,correcto, de la señora Fujimori en combatir la pobreza y extrema pobreza como política central  de su gobierno ejemplifica lo mencionado.
El esquema económico tiene que sufrir modificaciones. No puede seguir tal cual. Pero las modificaciones tienen que ser  en aquellos aspectos que tengan que ver con mejorar  sustancialmente la distribución  del ingreso y riqueza,  reducir la pobreza  y eliminar la extrema pobreza. ¿ Cuales?. Mayor competencia en los mercados. Reformas profundas en la educación y  salud públicas que garanticen acceso igualitario a todos a una educación y salud de calidad. Reforma del Estado en cuanto a descentralización, corrupción, seguridad interna y eficiencia administrativa. Y masiva inversión en infraestructura, concitando la participación del sector privado. Con  esto estaríamos contribuyendo a crear igualdad de oportunidades y a mejorar la pobreza y la distribución del ingreso.

miércoles, 13 de abril de 2011

Elecciones Políticas y Economía de Mercado

Las recientes elecciones políticas presidenciales han puesto sobre el tapete  la añeja discusión en el país sobre las bondades a esperar de un sistema económico basado en el funcionamiento del mercado. Como suele ocurrir en este tipo de temas siempre salen  posiciones extremas y lamentablemente son las que acaparan la atención mayoritaria de la población y sobre todo de la prensa que tiende a polarizarse en torno a ellas. Por un lado, aparecen quienes sostienen que el mercado soluciona todos los problemas económicos y sociales de un país. Hay que dejarlo trabajar sin mayores interferencias sobre todo estatales y le dan un viso de credibilidad citando un buen número de casos exitosos referidos a países que siguen ese modelo donde resalta la experiencia  chilena. Por otro lado están quienes motejan al  modelo de “neoliberal” y  sostienen que  no funciona, fracasó y por lo tanto hay que hacerle ajustes sustanciales o incluso  crear un nuevo modelo de organización económica; una tercera vía la llaman. Pero, ¿es necesariamente cierto lo que predican estas posiciones extremas?. Creo que no lo es. Como todo extremismo tiende a caricaturizar los beneficios y costos de la economía de mercado y por lo tanto sus conclusiones  son erradas. Veamos por qué.
Lo que pocas veces se dice sobre el mercado es que para que produzca los resultados que de el se espera tiene que cumplir una serie de requisitos. Primero, tiene que ser competitivo; sin competencia el mercado produce más costos que beneficios. Segundo,  los salarios y los precios deben ser flexibles de tal manera que rápidamente lideren el ajuste de los mercados ante cualquier shock que enfrenten. Tercero, en concordancia con los dos primeros, tiene que existir un conjunto de principios (leyes) y otras normas que promuevan la competencia ,el funcionamiento flexible de los mercados (clara definición de los derechos de propiedad y su irrestricta defensa por ejemplo) y se otorgue adecuada información a todos los agentes económicos . Cuarto, tiene que existir  el marco institucional adecuado y eficiente que asegure lo anterior. Sin buenas instituciones el mercado produce resultados sociales indeseables como sería el caso de la existencia de un sistema judicial corrupto o la falta de un acuerdo nacional sobre cuestiones fundamentales de la sociedad o la existencia de organismos reguladores débiles. Quinto, reconocer que el mercado por más puro y eficiente que sea falla como bien  señala la teoría económica (rendimientos crecientes, externalidades,etc.). Ante estas fallas nace la necesidad de regulación, normalmente por parte del Estado; no aceptar esto es simplemente una muestra de ignorancia. En fin, podría seguir listando algunos requisitos adicionales pero lo importante es reconocer que la política de gobierno debe enfrentar todas las exigencias  descritas para formar progresivamente las condiciones dentro de las cuales el mercado produzca los resultados que se esperan de el. Sostener que sólo basta dejar que la “mano invisible” trabaje sin mayor participación del Estado es otra muestra de ignorancia.
Pero ¿qué NO  debe esperarse  de una economía de mercado?. Según Ben Bernanke, actual presidente del banco central de Estados Unidos, la operación de un mercado   eficiente no significa que nadie tenga hambre o esté insatisfecho; es decir que no haya pobreza y extrema pobreza. Tampoco significa que no existan  grandes desigualdades entre ricos y pobres. Tampoco garantiza la protección a un país de los efectos de schoks internos o externos como una sequía o  inestabilidad política,etc. Estas consecuencias negativas se magnifican  cuando el mercado trabaja con serias imperfecciones como es el caso peruano. ¿ Qué SI  debe esperarse  de una economía de mercado?. Como sistema económico que organice los recursos productivos de manera eficiente para así maximizar el bienestar económico de los individuos.
La discusión no es si el Estado debe intervenir o no. La discusión debe centrarse en  CÓMO  intervenir. El Estado debe intervenir para crear igualdad de oportunidades entre los peruanos (educación, salud, infraestructura, etc.);  en una tarea reguladora del mercado cuando este falle; subsidiario del sector privado; de combate a la extrema pobreza;  proveedor de  bienes públicos, como seguridad.  No debe intervenir para distorsionar  precios relativos a su antojo (dólar MUC por ejemplo); incursionar  en actividades empresariales  que son realizadas razonablemente bien por el sector privado lo que le permitirá concentrar  sus escasos recursos en promover la justicia social; desestabilizar la economía; corromper instituciones; crear inestabilidad jurídica.
El sistema económico de mercado es conveniente para el país pero debe trabajarse  para crear las condiciones que permitan obtener lo bueno que el nos puede ofrecer.



lunes, 4 de abril de 2011

Un mensaje a los Candidatos Presidenciales

Ahora que estamos en vísperas de elegir  a un nuevo gobierno para  los próximos  cinco años es conveniente reflexionar brevemente sobre algunas cuestiones fundamentales que atañen al bienestar de la sociedad peruana.
Considero que hoy en día queda meridianamente claro que un requisito necesario, pero no suficiente, para elevar el bienestar de todos los miembros de una sociedad (es decir reducir la pobreza) es alcanzar altos niveles de crecimiento de la producción (PBI),  los cuales sean sostenibles en el tiempo y que sean sanos en el sentido que no produzcan inflación ni desequilibrios fuertes de balanza de pagos. En términos técnicos, este crecimiento recibe el nombre de crecimiento potencial de la economía. En el Perú el crecimiento potencial ha venido subiendo  en las últimas décadas hasta colocarse  alrededor del 6% en la actualidad, crecimiento que considero debe aún elevarse a por lo menos 7% anual. La pregunta que inmediatamente surge  es ¿qué debo hacer para lograrlo?, ¿es fácil de alcanzarlo? No, no es fácil de lograr y toma tiempo conseguirlo. Si me pidieran hacer un esfuerzo de síntesis y en pocas palabras expresar los principios fundamentales para fomentar un crecimiento sostenido de la producción y el empleo diría que son los siguientes: a) evitar marchas y contramarchas en el diseño y conducción de la política económica de corto y largo plazo; la orientación económica debe ser seguida, en lo básico, en el tiempo,  independientemente de quién gobierne; b) un esquema tributario de pocos impuestos, tasas bajas, amplia base, equitativo, donde los tratamientos preferenciales sean reducidos al máximo o mejor aún que no existan; c) un marco regulatorio de la actividad  económica que sea racional, transparente y predecible; d) una política de gasto fiscal restringida, de calidad y sustentable  en el tiempo; e) una política monetaria transparente, predecible,  de baja inflación, que asegure el buen funcionamiento del sistema financiero y contribuya a minimizar las fluctuaciones de la producción, el empleo y tipo de cambio nominal; f) creación de instituciones fuertes y de calidad.
Pero no basta con tener un crecimiento alto y sostenido. Nos debemos de preocupar de cómo los frutos de ese crecimiento, ingreso y riqueza, se distribuyen en la sociedad. Los frutos del crecimiento deben de llegar a todos los miembros de una sociedad, de acuerdo a su real y genuina productividad (no monopolios, por ejemplo). Sin embargo, otra vez surge la pregunta ¿cómo consigo eso?  En otro esfuerzo de síntesis planteo los siguientes conceptos. Por lo menos deben de realizarse las siguientes cuatro  reformas estructurales: a)  una profunda reforma de la educación pública que garantice el acceso de todos a una educación de calidad en sus diferentes niveles; b) una profunda reforma de la salud pública que asegure el acceso de todos a un servicio de salud básico donde no todo sea subsidio estatal; c) una profunda reforma del estado que ataque frontalmente los temas  de descentralización, seguridad interna, corrupción, eficiencia administrativa; y d) una masiva inversión en infraestructura que concite el aporte del sector privado nacional e internacional.. Estas reformas contribuirán a reducir la pobreza, hacer una sociedad más igualitaria y a crear igualdad de oportunidades para todos los peruanos. En suma, conducirnos a una situación de país del primer mundo.