El pueblo ya dio su veredicto. A la segunda vuelta electoral pasan el señor Ollanta Humala y la señora Keiko Sofia Fujimori. Uno de ellos será el próximo gobernante del país.
Si sumamos los votos válidos conseguidos por los dos, sobrepasan el 50% de la votación total. Y si hacemos el supuesto, razonable, de que la votación representa el sentir de la población, entonces tenemos que llegar a la conclusión de que en ese 50% existe un mensaje a considerar. Más de la mitad de los peruanos está queriendo decir algo.
Toda sociedad, en lo fundamental, enfrenta dos problemas a resolver. Primero, qué debe hacer para obtener un crecimiento económico alto y sostenido que permita generar el ingreso (riqueza) necesario para elevar al máximo el bienestar de una sociedad en su conjunto. Segundo, qué debe hacer para que ese ingreso (riqueza) generado se distribuya entre todos los integrantes de la sociedad de acuerdo a sus reales productividades.
En el Perú, en los últimos veinte años se ha dado una respuesta adecuada a la primera interrogante. Desde 1992 se iniciaron las reformas estructurales que han permitido conseguir un crecimiento económico alto, sostenido y sano (sin inflación). Hoy el crecimiento potencial de la economía se acerca al 6% anual. En este sentido el esquema económico seguido , en lo fundamental, debe continuar. Una economía de mercado, abierta al mundo, basada en la iniciativa privada donde el estado se dedique, en lo principal, a promover la justicia social y a regular los mercados que no funcionen bien.
Sin embargo, respecto al segundo aspecto del problema, creo que el esquema económico deja que desear de acuerdo a los resultados obtenidos hasta el presente. La distribución del ingreso y riqueza generada no ha mejorado en forma sustancial en el país. Si bien ha habido reducciones en pobreza y extrema pobreza, parece ser que en algún porcentaje no son reducciones permanentes. Un reciente informe del Banco Mundial indica claramente que la desigualdad entre las zonas urbanas y rurales ha aumentado. Al igual que entre los segmentos más ricos y más pobres del país. Esto tiene que ver directamente con el grado de insatisfacción mostrado por la población en esta última elección. El énfasis,correcto, de la señora Fujimori en combatir la pobreza y extrema pobreza como política central de su gobierno ejemplifica lo mencionado.
El esquema económico tiene que sufrir modificaciones. No puede seguir tal cual. Pero las modificaciones tienen que ser en aquellos aspectos que tengan que ver con mejorar sustancialmente la distribución del ingreso y riqueza, reducir la pobreza y eliminar la extrema pobreza. ¿ Cuales?. Mayor competencia en los mercados. Reformas profundas en la educación y salud públicas que garanticen acceso igualitario a todos a una educación y salud de calidad. Reforma del Estado en cuanto a descentralización, corrupción, seguridad interna y eficiencia administrativa. Y masiva inversión en infraestructura, concitando la participación del sector privado. Con esto estaríamos contribuyendo a crear igualdad de oportunidades y a mejorar la pobreza y la distribución del ingreso.