miércoles, 13 de abril de 2011

Elecciones Políticas y Economía de Mercado

Las recientes elecciones políticas presidenciales han puesto sobre el tapete  la añeja discusión en el país sobre las bondades a esperar de un sistema económico basado en el funcionamiento del mercado. Como suele ocurrir en este tipo de temas siempre salen  posiciones extremas y lamentablemente son las que acaparan la atención mayoritaria de la población y sobre todo de la prensa que tiende a polarizarse en torno a ellas. Por un lado, aparecen quienes sostienen que el mercado soluciona todos los problemas económicos y sociales de un país. Hay que dejarlo trabajar sin mayores interferencias sobre todo estatales y le dan un viso de credibilidad citando un buen número de casos exitosos referidos a países que siguen ese modelo donde resalta la experiencia  chilena. Por otro lado están quienes motejan al  modelo de “neoliberal” y  sostienen que  no funciona, fracasó y por lo tanto hay que hacerle ajustes sustanciales o incluso  crear un nuevo modelo de organización económica; una tercera vía la llaman. Pero, ¿es necesariamente cierto lo que predican estas posiciones extremas?. Creo que no lo es. Como todo extremismo tiende a caricaturizar los beneficios y costos de la economía de mercado y por lo tanto sus conclusiones  son erradas. Veamos por qué.
Lo que pocas veces se dice sobre el mercado es que para que produzca los resultados que de el se espera tiene que cumplir una serie de requisitos. Primero, tiene que ser competitivo; sin competencia el mercado produce más costos que beneficios. Segundo,  los salarios y los precios deben ser flexibles de tal manera que rápidamente lideren el ajuste de los mercados ante cualquier shock que enfrenten. Tercero, en concordancia con los dos primeros, tiene que existir un conjunto de principios (leyes) y otras normas que promuevan la competencia ,el funcionamiento flexible de los mercados (clara definición de los derechos de propiedad y su irrestricta defensa por ejemplo) y se otorgue adecuada información a todos los agentes económicos . Cuarto, tiene que existir  el marco institucional adecuado y eficiente que asegure lo anterior. Sin buenas instituciones el mercado produce resultados sociales indeseables como sería el caso de la existencia de un sistema judicial corrupto o la falta de un acuerdo nacional sobre cuestiones fundamentales de la sociedad o la existencia de organismos reguladores débiles. Quinto, reconocer que el mercado por más puro y eficiente que sea falla como bien  señala la teoría económica (rendimientos crecientes, externalidades,etc.). Ante estas fallas nace la necesidad de regulación, normalmente por parte del Estado; no aceptar esto es simplemente una muestra de ignorancia. En fin, podría seguir listando algunos requisitos adicionales pero lo importante es reconocer que la política de gobierno debe enfrentar todas las exigencias  descritas para formar progresivamente las condiciones dentro de las cuales el mercado produzca los resultados que se esperan de el. Sostener que sólo basta dejar que la “mano invisible” trabaje sin mayor participación del Estado es otra muestra de ignorancia.
Pero ¿qué NO  debe esperarse  de una economía de mercado?. Según Ben Bernanke, actual presidente del banco central de Estados Unidos, la operación de un mercado   eficiente no significa que nadie tenga hambre o esté insatisfecho; es decir que no haya pobreza y extrema pobreza. Tampoco significa que no existan  grandes desigualdades entre ricos y pobres. Tampoco garantiza la protección a un país de los efectos de schoks internos o externos como una sequía o  inestabilidad política,etc. Estas consecuencias negativas se magnifican  cuando el mercado trabaja con serias imperfecciones como es el caso peruano. ¿ Qué SI  debe esperarse  de una economía de mercado?. Como sistema económico que organice los recursos productivos de manera eficiente para así maximizar el bienestar económico de los individuos.
La discusión no es si el Estado debe intervenir o no. La discusión debe centrarse en  CÓMO  intervenir. El Estado debe intervenir para crear igualdad de oportunidades entre los peruanos (educación, salud, infraestructura, etc.);  en una tarea reguladora del mercado cuando este falle; subsidiario del sector privado; de combate a la extrema pobreza;  proveedor de  bienes públicos, como seguridad.  No debe intervenir para distorsionar  precios relativos a su antojo (dólar MUC por ejemplo); incursionar  en actividades empresariales  que son realizadas razonablemente bien por el sector privado lo que le permitirá concentrar  sus escasos recursos en promover la justicia social; desestabilizar la economía; corromper instituciones; crear inestabilidad jurídica.
El sistema económico de mercado es conveniente para el país pero debe trabajarse  para crear las condiciones que permitan obtener lo bueno que el nos puede ofrecer.



3 comentarios:

  1. Excelente artículo señor Gonzales, concuerdo con sus ideas. Lo que nuestro país necesita es un sistema de regulación del mercado más eficiente y a la vez implementar medidas de largo plazo para mejorar la calidad de la educación secundaria y la superior técnica, así como también invertir en investigación y desarrollo (I&D), infraestructura y en tener un ambiente institucional desarrollado. Yo soy un joven economísta que acaba de obtener su titulo y me es grato poder leer a profesionales destacados como usted.

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  2. ¡Excelente análisis económico!, sería interesante escuchar a los candidatos a la segunda vuelta explicar ¿Cuál será el papel del estado con relación al mercado?.
    Hablan de disminuir la pobreza, pero lo más dificil es disminuir la pobreza extrema.
    Crucemos los dedos.
    E.G.

    ResponderEliminar
  3. Julio, gracias por tus palabras. Te deseo muchos éxitos en tu carrera profesional. Saludos, Jorge.

    ResponderEliminar