jueves, 31 de marzo de 2011

¿Por qué cae el valor del dólar en el Perú?

En las últimas cuatro semanas el valor del dólar en el país registró una tendencia a la baja. En efecto, de un nivel de alrededor 2.80 soles por dólar bajó hasta 2.78 soles por dólar, incentivando a que el  Banco Central de Reserva del Perú intervenga en sucesivas rondas comprando apreciables cantidades de dólares. En un solo día, por ejemplo, compró casi 500 millones de dólares. La gente se pregunta ¿qué está pasando? Y ¿seguirá bajo el dólar? Trataremos de dar una respuesta al respecto en las siguientes líneas.
El precio del dólar es el precio de un activo financiero en el corto plazo. Es decir, su precio está determinado sobre todo por expectativas respecto al comportamiento futuro del mismo. También refleja, como cualquier otro precio, escasez o abundancias relativas. Si un bien o servicio comienza a abundar ¿qué le pasará a su precio? Lo más probable es que baje. Al revés. Si un bien o servicio comienza a escasear ¿qué le pasará a su precio? Subirá. Entonces por qué en las últimas semanas el precio del dólar comenzó a bajar en el Perú, si había estado mostrando una tendencia estable con anterioridad? Pues, porque algo lo está haciendo abundar respecto al pasado inmediato. ¿ Y qué es  ese algo? Una entrada masiva de dólares desde el extranjero producto de que el país está sufriendo un ataque especulativo de capitales de corto plazo. ¿Por qué? Por dos razones fundamentales. Primero, porque en un momento poco propicio el Ministerio de Economía y Finanzas sacó a la venta una emisión de bonos soberanos en soles, ofreciendo una tasa de rentabilidad atractiva. Estos bonos pueden ser comprados por cualquier agente económico, sea nacional o extranjero. Producto de ello, comenzaron a venir inversionistas extranjeros  a comprar dichos bonos atraídos por la rentabilidad ofrecida y por el hecho de que el país cuenta con el ansiado Grado de Inversión que sólo cuatro países lo tienen en Latinoamérica. Dichos inversionistas  vienen con dólares, los cuales tienen que cambiar a soles para poder comprar los bonos. Cuando lo hacen, provocan presiones hacia la baja en el tipo de cambio.
Segundo, dólares del extranjero también vienen pero a especular a que el precio del dólar seguirá bajando aún más. Si eso sucede, obtendrán grandes ganancias en poco tiempo. Como consecuencia de la entrada de capitales de corto plazo desde el extranjero, el dólar comienza a abundar en términos relativos y a presionar hacia la baja a su precio.
En el Perú la entidad  rectora, aunque no la única responsable, de supervisar el precio del dólar es el Banco Central de Reserva del Perú. Pero el BCR mal haría si trata de cambiar la tendencia del dólar. Es decir, si ésta es hacia la baja, tomar medidas para que suba el precio del dólar. Eso no sería correcto. ¿Por qué? Porque el BCR tendría que comprar dólares para reducir la abundancia relativa de éste en el mercado. Y cuando compra tiene que emitir soles, usar “maquinita”. Si las cantidades a comprar son muy grandes, entonces, tendrá que emitir nuevos soles en gran cantidad y los peruanos ya sabemos que pasa cuando la “maquinita” trabaja mucho. Más tarde o temprano se desata inflación. ¿Entonces, por qué el BCR compra a menudo dólares? No lo hace para cambiar la tendencia del dólar sino para reducir su volatilidad. Una excesiva volatilidad dificulta la toma de decisiones tanto en el sector real de la economía como en el sector financiero, complicando con ello el buen comportamiento de la economía en su conjunto.
 El BCR tiene a su disposición una variedad de instrumentos para combatir la entrada de capitales especulativos de corto plazo. Uno, primero, es la mencionada compra de dólares; pero esto tiene un límite. Segundo, subir encajes bancarios tanto medios como marginales, en soles y dólares. Tercero, ampliar el permiso a las AFP´s de invertir en el extranjero para facilitar la salida de dólares. Cuarto, subir encajes marginales al endeudamiento de corto plazo en dólares que realizan los bancos que operan en el país. En fin,  el cielo es el límite en cuestión de creatividad para idear nuevos mecanismos de combate. Felizmente el BCR está tomando las medidas pertinentes para disminuir el ingreso de estos capitales especulativos de corto plazo. En los últimos días, el MEF anunció una ayuda en esta lucha. Anunció que va a comprar dólares porque tiene una serie de compromisos que afrontar en dicha moneda en el corto plazo en el extranjero.
Pero sale una pregunta. ¿Por qué es malo de que estos capitales vengan al país?  Si al fin y al cabo son dólares que se vienen a invertir al país. Lo primero que se debe de tener en cuenta es que estos dólares no vienen  a hacer empresa, a financiar proyectos de inversión, a crear  trabajo. No. Vienen a especular. A obtener ganancias rápidas y suculentas. Pero así como vienen ahora, mañana se van con la misma rapidez con la que vinieron introduciendo una inestabilidad a variables muy importantes para la economía nacional como el tipo de cambio, inflación, exportaciones, crédito, etc. En la década pasada, la prensa nacional e internacional los motejó “capitales golondrinos”. Estos capitales en diferentes lugares del mundo fueron los que provocaron grandes crisis  financieras que después desembocaron en crisis  económicas. Un ejemplo lo constituye la Crisis del Sudeste  Asiático de fines del siglo pasado.
Debo decir también, que en el periodo Enero-Marzo de 2008 nuestro país sufrió un ataque especulativo pero de mayores proporciones que el actual. En un solo día entraban 500 ó 600 millones de dólares a un mercado interbancario diario de 250-500 millones de dólares. Con ese tamaño de nuestro mercado, tales entradas provocaban fuerte inestabilidad. En esa ocasión, el BCR tomó las medidas adecuadas para quitarles  rentabilidad y desalentar su venida voluntaria. No se trata de prohibir su entrada. No. Eso se ha probado muchas veces en otros países y no dio el resultado esperado. Lo que se trata es de reducir sus expectativas de abultadas ganancias para quitarles el incentivo de venir en masa al país y hacer daño a la economía.
Todo hace avizorar que el precio del dólar en el Perú seguirá hasta por lo menos fin de año en bajos niveles. Muy difícil que repunte y regrese a 3 soles o lo sobrepase.

martes, 29 de marzo de 2011

Inflación de Combustibles y Fondo de Estabilización

Desde 2004 se creó en el país el llamado Fondo para la  Estabilización del Precio de los Combustibles Derivados del Petróleo (FEPC) destinado, en un inicio, a estabilizar los precios internos de los combustibles frente a los vaivenes del precio mundial de los mismos. Cabe mencionar que el Perú importa entre el 30% a 40% de sus necesidades de combustibles. De esta forma aumentos sustanciales en el precio mundial del petróleo provocarán  golpes alcistas al comportamiento de la inflación interna. El gobierno de entonces y el actual, consideraron que ello no era conveniente. Por lo tanto había que  subsidiar el uso interno del combustible. A fines de Junio el gobierno habría comprometido un poco más de 3000 millones de soles en el Fondo.
En primer lugar un fondo de estabilización, como su nombre lo indica, busca estabilizar alrededor de un precio elegido los aumentos y reducciones del precio mundial del petróleo. Eso funciona adecuadamente cuando el precio mundial oscila  en el tiempo. Pero no cuando el precio mundial muestra una tendencia sostenida al alza. En este caso no funciona lo de estabilización. Se convierte en un mecanismo de subsidio  al precio interno del combustible. En segundo lugar, ese tipo de subsidio es  ineficiente debido a que los diferentes estamentos de una sociedad consumen combustible desde el más rico hasta el más pobre por lo que el subsidio les llegara a todos, los que lo necesiten y los que no violando con ello uno de los fundamentos básicos de todo subsidio,  que debe ser focalizado en la población a la que se desea ayudar y que debe generar importantes externalidades. El gobierno recién en este año tomó medidas para ir remediando en algo ese mal uso de los recursos públicos al anunciar que retira del Fondo las gasolinas de 97, 95 octanos y el GLP; al igual  que ir reduciendo gradualmente el uso del subsidio para el resto de combustibles. Tercero, mantener por varios años el precio interno de los combustibles por debajo de sus respectivos precios mundiales, en algunos momentos entre 30% a 40%, significaba enviar a la economía señales erradas en el sentido de que el petróleo no era tan escaso en el país como si lo era en el mundo. De esta forma, se reducía el incentivo a sustituir petróleo  por otras fuentes de energía relativamente más baratas como el  gas que en el país lo tenemos en abundancia. Cuarto, si bien ayuda en el corto plazo a reducir la inflación al consumidor,  en un contexto de alza  sostenida del precio mundial del petróleo el subsidio se hace insostenible en el tiempo por lo que más tarde o temprano tendrá que ser levantado con la consiguiente presión inflacionaria que ello ocasionará.
En conclusión, el gobierno debe implementar la decisión de ir reduciendo gradualmente el subsidio a los combustibles hasta su completa extinción. La asignación de recursos públicos mejorará por el bien del país. 

viernes, 25 de marzo de 2011

Cuestionando Algunos Paradigmas en Macroeconomía

La severa crisis financiera-económica que el mundo esta viviendo  no sólo ha tenido fuertes repercusiones sobre la conveniencia y viabilidad de una economía de mercado insuficientemente regulada  sino  también  ha tenido consecuencias en el campo de la ciencia económica donde   se están cuestionando algunos paradigmas de la teoría económica. En lo que sigue discutiré algunos de ellos.
1) Una Política Fiscal Expansiva ¿Necesariamente hace crecer la producción y el empleo?
Según la teoría Keynesiana estándar una política fiscal expansiva tendrá efectos expansivos en el corto plazo de todas maneras. Los aportes de la escuela monetarista calificaron esa aseveración en el sentido de que el efecto expansivo dependerá en lo fundamental de cómo se financia dicha política. En el largo plazo la misma teoría establece que los efectos son ambiguos. Sin embargo, desde comienzos de los años noventa comenzó aparecer evidencia empírica en economía avanzadas cuestionando tales conclusiones. Un aumento del gasto público o una disminución de impuestos producían en el corto plazo contracción ( no expansión ) de la producción. Hace pocos años se presentó la misma evidencia para un país emergente, Chile, como en un artículo anterior publicado en GESTION lo demostré. La justificación teórica de tales hallazgos se encuentra en el rol de las expectativas futuras respecto de la política fiscal. Hoy en USA el debate se reavivó donde aparecieron renombrados economistas cuestionando la efectividad de las medidas fiscales del presidente Bush y del presidente electo Obama.
2) ¿ El multiplicador del gasto fiscal es necesariamente mayor al multiplicador de impuestos?.
Según la teoría Keynesiana estándar eso es así debido a que una reducción de impuestos actúa a través del filtro de la propensión marginal a consumir la que es menor a uno. Por consiguiente más expansivo es aumentar el gasto que reducir impuestos. Además esta última tiene el problema de si es percibida como temporal, de aumentar el ahorro y no el consumo. En años recientes comenzaron a salir a la luz estudios que cuestionaban dichas conclusiones y demostraban que el multiplicador de impuestos era sustancialmente mayor que el multiplicador del gasto. Como sostiene el profesor Mankiw en su blog los economistas Romer y Romer encontraron para la economía norteamericana que el multiplicador de impuestos era entre dos a tres veces mayor que el multiplicador del gasto público. La razón teórica residía en el tipo o clase de impuestos que se reducían que podrían provocar que no solo el consumo aumente sino también la inversión.. Esto también ha provocado un intenso debate en USA  y quizá este en la raiz del reciente anuncio de Obama de una reducción de impuestos del orden de los 300 billones de dólares.
.3) ¿ Puede el multiplicador monetario ser menor a 1?
 Según la teoría monetaria estándar eso no puede ser  debido a que sus dos componentes, la tasa de encaje y la preferencia por circulante, no pueden superar el 100%. Una reciente publicación del Banco Central de San Luis demuestra que el multiplicador de M1 para la economía norteamericana hoy en dia es menor a 1. Y ello debido al comportamiento totalmente anormal de los bancos comerciales que atesoran el circulante otorgado por el banco central.
4) ¿ La Trampa por la Liquidez invalida a la Política Monetaria?
Según la teoría monetaria estándar  si la invalida. La política monetaria se vuelve impotente para afectar la producción y el empleo. Sólo sirve la política fiscal. Según desarrollos teóricos recientes en cambio, se sostiene que aún en esa situación la política monetaria sigue siendo potente siempre y cuando se permita utilizar al banco central el uso de instrumentos de política no convencionales como por ejemplo gastar dinero en activos de largo plazo o en activos reales del sector privado. Esta creencia sostiene la posición de Ben Bernanke sobre la actuación futura dela FED.
En conclusión, ciertos paradigmas macroeconómicos estan siendo fuertemente cuestionados hoy dia lo que implica que los hacedores de política económica en el país tengan mayor cuidado al formular políticas;  los profesores de economía igualmente..      

Perú: Alto crecimiento e Inflación

El INEI dió a conocer al país el crecimiento de la producción (PBI)  en el mes de Enero de 2011. Este resultó ser de 10%, con lo que el crecimiento de los últimos doce meses superó el 9% con una tendencia creciente en el tiempo. Estos resultados, lejos de ser tomados con alegría, debieran de tomarse con preocupación. ¿Por qué?. Porque pueden sentar las bases para que la economía peruana experimente problemas en un futuro cercano, dos de los cuales son el riesgo de una mayor inflación y un mayor desequilibrio en la cuenta corriente de la balanza de pagos. El crecimiento que está experimentando la economía no es provocado  por aumentos importantes en la  productividad de factores (factores de oferta) sino por factores de demanda (gasto). Si fuesen los primeros, no habría mayor motivo de preocupación pero si son los segundos, si hay que preocuparse. La demanda agregada interna esta creciendo por encima del 13% anual,  muy por encima del crecimiento potencial de la economía, estimado en alrededor de 6%.En términos teóricos se estarían sentando las bases para generar presiones inflacionarias por el lado de la demanda. Pero el caso peruano llama a reflexión. La situación de un  crecimiento mayor al potencial no es algo reciente. En realidad, lleva por lo menos experimentándose dicha situación tres o más años, exceptuando el año de la crisis mundial. Entonces, ¿por qué no se ha traducido en una inflación mayor?. Si dicho lapso de tiempo es prudencial para que tales presiones se manifiesten en plenitud. Una explicación es la referida a la presencia de diferentes choques positivos de oferta, tanto internos como externos que atenúan las presiones de demanda. Pero existe otra explicación que es la que quiero resaltar en esta ocasión. Pienso que la Curva de Philips de corto plazo en el caso peruano,  se ha hecho más “plana” respecto al pasado inmediato de forma tal que la economía puede soportar mayores presiones de demanda ( tasas de crecimiento por encima del potencial) sin riesgo de  provocar  inflaciones altas. ¿ Y que podría haber provocado tal situación?. Una explicación radica en los efectos de la globalización (apertura de la economía) que permite a los agentes económicos ir al extranjero a comprar más bienes y servicios, disminuyendo las presiones internas sobre los precios; y también a reducir la posibilidad que se den “cuellos de botella” productivos en la medida que aumente la utilización de recursos. Pero para mi, la explicación principal radica en el cambio que se introdujo en la conducción de la política monetaria desde 2002 que ha permitido anclar las expectativas de largo plazo de los agentes económicos en la meta fijada por el Banco Central. En la medida que estas expectativas estén ancladas en el 2% de inflación meta, las desviaciones de corto plazo no conducirán a que las expectativas de largo plazo se desenganchen conduciendo así a mayores tasas de inflación. Por lo tanto un aumento en el “output gap” no llevará necesariamente a elevar las expectativas de inflación. La gente interpretará aquello como algo temporal y confiará en que el Banco Central (y el MEF) tomará las medidas necesarias en el intertanto para evitar el sobrecalentamiento de la economía. Por ello, es muy importante que el Banco Central conserve su credibilidad mostrando en todo momento eficiencia en su gestión.